Alimentos de estimulación para abejas

La estimulación nutricional en apicultura consiste en proporcionar alimento adicional a las abejas, generalmente mediante jarabes líquidos con alto contenido de humedad (mezclas 1:1 o 2:1 similares al néctar), para incentivar la postura de la reina, aumentar la producción de cría y fortalecer rápidamente las colonias antes de periodos productivos como floraciones importantes o eventos de polinización. Esta práctica suele combinarse con suplementos proteicos de alto porcentaje (entre 14-20%) para cubrir posibles déficits nutricionales, garantizando que las abejas lleguen fuertes y saludables al momento clave.

La estimulación nutricional se recomienda especialmente en momentos clave como:

• Antes de la primavera (aproximadamente 6 semanas antes de la floración principal), para aumentar la población y aprovechar al máximo la floración.

• Antes de eventos importantes de polinización, para preparar colmenas fuertes y activas.

• Tras periodos de estrés o tratamientos sanitarios, para favorecer la recuperación y estimular la cría.

• Cuando la colmena se encuentra debilitada y requiere apoyo para recuperar población rápidamente.

• Durante la formación de nuevos núcleos 

El objetivo es estimular la postura de la reina y la producción de cría, asegurando colonias sanas, vigorosas y productivas.

Para estimular nutricionalmente a las abejas, generalmente se utilizan:

• Jarabes líquidos (proporciones 1:1 o 2:1 de agua y azúcar), muy similares al néctar natural, que promueven la actividad de las abejas y aumentan la postura de la reina.

• Suplementos proteicos, en forma de tortas o líquidos con alto porcentaje proteico (normalmente entre 14-20%), para incentivar el desarrollo de cría y fortalecer la colonia.

• Suplementos vitamínicos y aminoácidos, que cubren posibles déficits nutricionales y fortalecen la salud general durante la estimulación. Se añaden a los jarabes líquidos.

Estos alimentos combinados aseguran un desarrollo rápido, equilibrado y efectivo de la colmena, preparándola para aprovechar plenamente períodos productivos clave como floraciones y eventos de polinización.

Sí, una estimulación nutricional excesiva o mal gestionada puede generar problemas significativos en la colmena. Por ejemplo, estimular en momentos inapropiados, como en otoño o invierno, cuando la colmena debería reducir su población para ahorrar recursos o para facilitar tratamientos contra Varroa, puede generar estrés, desequilibrios poblacionales y un aumento indeseado de la cría.

Además, ofrecer demasiada cantidad de alimento estimulante puede hacer que las abejas lo almacenen dentro de la colmena, ocupando espacio necesario para la puesta de huevos de la reina, lo que limita el desarrollo normal y afecta negativamente el equilibrio interno.

Por ello, la estimulación nutricional debe ser siempre estratégica, bien planificada y adaptada a las necesidades reales y el momento específico del ciclo anual de cada colonia.