Pollo Escayolado (Micosis): Qué es y como tratarlo

El pollo escayolado es una enfermedad de la cría producida por un hongo llamado Ascosphaera apis. Sus esporas son ingeridas con la dieta, y se desarrollan desde el intestino hacia fuera, matándolas en los primeros días del opérculo.

Los pollos enroscados, las larvas, ingieren alimentos, pero no defecan, ya que tienen el final del tubo digestivo cerrado, sin comunicación con el ano. Este paso se abre en las horas siguientes a la operculación.

Si la temperatura en la zona de cría es la correcta entre 33-35 °C, la larva evacuará rápidamente y las esporas saldrán sin poder desarrollarse. Pero si baja más de 5 °C, el paso tarda en abrirse, y para cuando lo hace, algunas esporas pueden haber germinado, fijándose a la pared intestinal y nutriéndose de ella, hasta matar a la pupa.

Las esporas son llevadas de unas colmenas a otras por deriva, en primavera una abeja cargada con néctar puede entrar en cualquier colmena. Y allí, con el trasiego en la colmena, con los múltiples contactos entre abejas y de estas con la cría, la expansión está asegurada.

La colmena no es un espacio estéril, tiene siempre una carga de esporas. A más inóculo, mayor carga. Las esporas pueden permanecer en la miel, polen y la cera durante mucho tiempo. Necesitamos abejas sanas y con poca carga de este inóculo para salir de esta.

CÓMO IDENTIFICARLO

Apreciaréis en una colmena infectada que los cuadros tienen la cría salpicada. Podréis ver celdillas sin cría en medio de cría operculada, celdillas con momias blancas y celdillas con momias negras y celdillas con trocitos de momias que han quedado al intentar las abejas sacarlas.

También se ven las momias en el fondo de la colmena y delante de la piquera.

• Las momias blancas: son larvas que aún no tienen esporas, solo los filamentos. Aparecen a los 10 días.
• Las momias negras: aparecen hacia los 20 días, las abejas no las han detectado y les ha dado tiempo de esporular.

CAUSAS

Hace falta algo más que la presencia del hongo en la cría para que la enfermedad se manifieste, se trata de una serie de circunstancias que conocemos como causas predisponentes que generan un estrés necesario para el hongo prolifere:

• Enfriamiento de la cría: Es el factor de mayor relevancia. No es necesaria una larga exposición a bajas temperaturas para que se desencadene la enfermedad. Ocurre cuando baja la temperatura de las larvas recién operculadas a 30 °C o menos. Primaveras inestables, cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche, acompañados de falta de abeja para cubrir la cría.
• Desequilibrios nodrizas/cría: Cuando la población de abejas nodrizas no es la adecuada, hay zonas de la cría que quedan descuidadas. Las reinas jóvenes y una buena entrada de néctar estimulan mucho la puesta y algunas veces no se ve acompañada de las suficientes nodrizas, generando un desequilibrio. Esto también, lo puede provocar una enjambrazón natural o la confección de núcleos de abeja con insuficiente población de abeja.
• Deficiencias en la alimentación: Causadas por un escaso aporte de polen. Tanto por los déficits nutricionales que esto genera como por su contenido en Bacillus spp. La microbiota del polen ayuda a controlar la Ascosphaera apis. Se ha comprobado que las colonias que resisten mejor esta enfermedad son la que tienen un nivel más alto de estos antagonistas.
• La genética de nuestras colmenas, frente a una misma situación hay colmenas que no se infectan de este hongo
• El manejo, siempre puede influir, una estimulación demasiado temprana, sacar núcleos con poca abeja, un mal asentamiento o una trashumancia a zonas más frías pueden ayudar a desencadenar el proceso.
• Varroa, también ayuda. Una carga fuerte de varroa en otoño tendrá como consecuencia menos nodrizas en primavera y peor preparadas para alimentar a las larvas, ya que sus glándulas hipofaríngeas no estarán bien desarrolladas.
• Causas externas, una intoxicación externa o interna que debilite el sistema inmunitario de las abejas también ayudará.

La verdad es que, como siempre, nunca es una causa clara, si no un conjunto de ellas.

PREVENCIÓN

El pollo escayolado es difícil de prevenir, ya que influyen muchos factores, pero, sí que podemos intentar eliminar las causas que sumadas pueden desencadenarlo.

• No reproducir las colmenas que sean sensibles al pollo escayolado.
• Cuando salga alguna colmena en el colmenar con pollo escayolado, eliminarlas de raíz.
• Mantener colmenas con la adecuada población para cubrir el volumen del núcleo o caja. Utilizaremos ponchos, separadores… para que las abejas logren cubrir bien los cuadros que tienen.
• Cuando hagamos enjambres, en la medida de lo posible, evitaremos hacerlos si el tiempo va a cambiar y siempre los haremos con la suficiente abeja para cubrir la cría que les pongamos.
• Las trashumancias a zonas más frías se han de hacer con la abeja suficiente para que la abeja cubra bien la cría al hacer la piña.
• El recambio de la cera es una práctica fundamental, por regla general se recomienda cambiar un tercio de ella anualmente, de tal manera que cada tres años hayamos realizado ya un ciclo completo. La cera limpia siempre baja el nivel de enfermedades.
• Las alimentaciones pueden ayudar, pero hay que pensar con antelación y recordar que la campaña empieza en el otoño. En ese momento las abejas han de tener un buen suministro de polen y han de estar limpias de varroa.

No obstante, trasladar el colmenar a nueva floración, con entrada de néctar y polen, nos ayudará a mejorar la nutrición y a que haya un aumento del comportamiento higiénico.

Hoy en día, el mercado ofrece diversos suplementos alimenticios diseñados para potenciar el sistema inmunitario de las abejas. Entre ellos, PRODFM y otros productos similares se destacan no solo por reforzar la salud de las abejas, sino también por aumentar el nivel de antagonistas naturales contra Ascosphera apis.

Ante esto, es relevante preguntarse: ¿Estos suplementos nutricionales pueden curar Ascophera Apis? La respuesta directa es NO. Sin embargo, productos como PRODFM y sus equivalentes son extremadamente valiosos para las colmenas, especialmente durante momentos de estrés, como después de tratamientos o en épocas de escasez de alimentos. Actúan como apoyos nutricionales, facilitando una rápida recuperación de la colonia.

Es esencial entender que la enfermedad del pollo escayolado tiene una vinculación con factores genéticos y comportamentales que propician el surgimiento del hongo. Por ende, si bien estos suplementos no son una cura per se, pueden ofrecer un respaldo significativo, permitiendo a las colmenas recuperarse y considerar estrategias adicionales, como la introducción de una nueva reina.

Integrar estos productos dentro de una estrategia nutricional integral puede ser fundamental para conservar y mejorar la microbiota de la colmena, favoreciendo así su salud y bienestar general.

Por último, el manejo normal en cualquier explotación es evitar intercambiar material entre colmenas sanas y enfermas. Limpiar, flamear todo el material que entre en el almacén, no solo lo que venga de colmenas enfermas. Si podemos en las colmenas afectadas, cambiarlas a una caja limpia.

Una buena práctica general es desinfectar las rasquetas entre colmenares, flamearlas al encender el ahumador es una buena práctica.

Un mono limpio no evitará qué entre el pollo escayolado en el colmenar, pero es más agradable y más acorde con la producción de un producto alimentario.

Y obviamente no utilizar miel, polen, ni panales de colmenas afectadas para otras sanas.

SITUACIÓN ESPECÍFICA EN AUSTRALIA

En Australia, la enfermedad del pollo escayolado ha cobrado especial importancia debido a un estudio reciente que descubrió diversas cepas del hongo Ascosphaera apis, dos de las cuales son exclusivas de esta región. A diferencia de otros lugares, el incremento de la virulencia observado en Australia no se debe simplemente a la presencia de nuevas cepas, sino a un posible aumento en su virulencia.

El entorno ecológico australiano, particularmente su flora dominante, el eucalipto, podría estar contribuyendo a este fenómeno. El polen de eucalipto es pobre en aminoácidos, lo que podría debilitar la nutrición de las abejas, haciéndolas más vulnerables a la enfermedad.

Este estudio subraya la importancia de considerar el contexto local al abordar la enfermedad del pollo escayolado. Además, destaca la necesidad de observar el estado global de la colmena para predecir su susceptibilidad, en lugar de simplemente buscar signos individuales de la enfermedad. En la lucha contra esta enfermedad, es fundamental aprovechar los mecanismos naturales de resistencia de las abejas.

SOLUCIONES

Generalmente, las colmenas muy afectadas NO tienen solución. De momento, ningún tratamiento fungicida curará a las colmenas de esta enfermedad. 

Las colmenas que sean capaces de detectar y eliminar las crías afectadas con rapidez tendrán menor carga de esporas y, por lo tanto, menor infección. El comportamiento higiénico de la abeja será uno de nuestros mayores aliados para combatir esta enfermedad.

La entrada de néctar ayuda a limpiar celdas, con lo que aumenta el comportamiento higiénico.

El polen variado y fresco, nos dará una microbiota capaz de combatir bacterias y hongos patógenos. Un buen recubrimiento natural de propóleos también ayudará a controlar los patógenos.

BIBLIOGRAFÍA

Fuentes: Estudio realizado por el departamento de zoología de la Universidad de Córdoba.

Pajuelo Consultores Apícolas “Buenas prácticas en sanidad y alimentación de las colmenas” 2018

Spivak M ¨Brending for disease and mite resistance¨  Apimondia 2019

Flores JM, Spivac M, Gutierrez, I “Spores of Ascosphera apis contained in wax foundation can infect honeybee brood” 2005