La extracción y el procesado de la miel, es una de las labores que más tiempo y mano de obra requieren dentro del trabajo que desarrolla el apicultor durante la cosecha.
La tecnología y los avances han hecho que hoy en día tengamos líneas de extracción más o menos complejas, que automatizan el proceso, permitiendo acortar mucho los tiempos y mano de obra empleado. Algo que es muy considerable, no solo por el ahorro, sino porque, en plena campaña, podremos emplear ese tiempo en otras tareas de valor, que pueden reportarnos mayores beneficios: como el poder trashumar y llegar a tiempo a otras floraciones, realizar tratamientos con mayor antelación, etc.
¿En qué consta una línea de extracción de miel?
Una línea completa la forman las siguientes máquinas:
- Desoperculadora automática
- Tratamiento del opérculo (prensa, fundidora o centrífuga)
- Extractor/Centrífuga de cuadros horizontal
- Decantador de miel/ Filtro de miel a presión
- Carriles de unión entre desoperculadora y extractor
- Bombas de trasiego de miel y/o opérculos
Todas estas partes se integran para poder trabajar en cadena, de manera que se puede realizar todo el proceso de desoperculado, extracción de la miel, tratado del opérculo, y decantado de la miel, a la vez y sin esfuerzo manual.
¿Cuándo me conviene una línea de extracción?
La elección de una u otra línea va a depender de:
- La cantidad de miel cosechada
- El solapamiento de las cosechas/floraciones
- La disponibilidad de mano de obra (¿dividida en dos grupos? ¿Uno de trabajo en campo y otro en almacén? ¿O un solo equipo mixto y tiene cámara de espera para atemperar la miel antes de ponerse a extraer?)
- El espacio disponible en el almacén o punto de extracción (¿líneas transportables?)
- Disponibilidad de gasto
Todos estos factores influirán en la decisión de elección del tipo y tamaño de línea.
Fruto de las subvenciones y ayudas, muchos apicultores se plantean prematuramente la introducción de una línea sin tener el volumen necesario para amortizarlas y poder aprovechar todo el potencial que nos da una línea.
Por este motivo, también hay que valorar la opción de comenzar a un nivel más reducido. Es decir, con una desoperculadora + 2 extractores, mientras uno centrifuga el otro se carga/descarga, el opérculo va a un bidón, sin manipulación.
¿Qué tipos de líneas hay en el mercado?
Dentro de las líneas de extracción de miel hay una infinidad de posibilidades. Dependerá de muchos factores y gustos el decantarse por una opción u otra.
Principalmente, tenemos tres tramos que componen el núcleo de una línea: La desoperculadora, la máquina para tratar el opérculo y el extractor. Luego adicionalmente se necesitarán bombas de trasiego, decantadores, guías, y un largo etc. Pero vamos a centrarnos en lo importante. Para ello hemos elaborado un resumen con las diferentes posibilidades:
Las líneas de extracción en frío
Se denomina “líneas en frío” a las configuraciones que no utilizan calentamientos en ninguna fase del proceso.
Posibles configuraciones de las líneas en frío:
Desoperculadora horizontal
La configuración más común se compone de una desoperculadora horizontal rotativa de cadenas. Para el que no las conozca, hablamos de ellas con más detalle en el post de la desoperculación.
Son un invento de Donald Gunnness, que empezó a comercializarlas en los años 70 bajo la marca Dakota. Tienen la gran ventaja de que pueden desopercular cualquier tipo de cuadro, sin importar sus dimensiones. Lo que supone una bendición para el apicultor que trabaje con diferentes clases de colmenas y cuadros (Dadant y Layens,etc).
En este vídeo podemos entender mejor cómo funcionan. A diferencia de las verticales, esta máquina no incorpora cuchillas calefactadas, sino cadenas. El corte se hace sin incrementar la temperatura, aunque erosiona más el panal que otros tipos de desoperculadoras.
Cabe tener en cuenta, que este tipo de desoperculadoras requiere un mínimo de dos personas trabajando al mismo tiempo. Mientras un operario alimenta la desoperculadora, otro debe estar al lado opuesto, para recoger los cuadros ya desoperculados y que la operación sea fluida.
Centrífuga de opérculos (Carga/Descarga vs. Autodescarga)
Por lo general para tratar el opérculo tenemos tres opciones las centrífugas, las prensas, o las fundidoras. Estas últimas (las fundidoras) funcionan con alta temperatura, por lo tanto, no tienen cabida en la configuración de las líneas de extracción en frío.
Para la configuración de líneas que hagan el trabajo de separación de miel-cera en frío podemos montar una prensa de opérculos, o una centrífuga de opérculos.
La opción elegida más común es el de las centrífugas de opérculos. A diferencia de la fundidora o la prensa de opérculos, la centrífuga se alimenta del opérculo melado que se recoge de la desoperculadora junto con la miel salida del extractor todo de una, quedando así como resultado el opérculo seco por un lado, y toda la miel ya filtrada por otro. En la fundidora y en la prensa, es diferente, solo se procesa el opérculo melado que cae de la desoperculadora, y no la miel.
En las centrífugas de opérculos, gracias a que también procesa la miel, nos da como resultado una miel ya filtrada. Por lo que la miel una vez sale de la centrífuga puede ir directamente al bidón sin necesidad de decantar o filtrar.
Y aunque las centrífugas realizan la separación de miel y cera sin agregar temperatura, también hay que destacar que necesita que el producto (miel+cera) esté atemperado (35-40 °C). Esto cuando se trabaja con mieles viscosas, o en climas fríos como en el norte de España, o bien en épocas del año donde haya temperaturas bajas, no es posible sin la ayuda de maquinaria específica que homogeneice y atempere. Más adelante, hablaremos en detalle de este tema.
Dentro de la gama de centrífugas de opérculos existen dos modelos: Centrífugas de carga y descarga (con jaulas, también conocidas como «quesitos»), y las Centrífugas de autodescarga.
¿Cuál es la diferencia entre ambas? Principalmente que las de autodescarga tienen la ventaja de ser mucho más cómodas para trabajar, pues lo hacen en continuo sin tener la necesidad de detenerse durante el trabajo, a diferencia de las centrífugas de carga y descarga. Estas últimas requieren de estar poniendo y quitando las jaulas («quesitos») cada 3-5 bidones de miel extraídos aproximadamente, pues hay que vaciarlas y limpiarlas para que puedan seguir acumulando opérculo seco que queda adherido en las paredes de las jaulas.
En general, como ya hemos mencionábamos anteriormente la peculiaridad de las centrífugas de opérculos (tanto de un modelo como otro) es que para el correcto funcionamiento de estas es necesario que se las alimente de miel y opérculos a la vez, y que estos sean trasegados de manera conjunta y homogénea (no únicamente del opérculo melado que cae de la desoperculadora). Y además de homogeneizado, este conjunto debe llegarle a la centrífuga a una temperatura específica (entre 35 y 40 °C).
Para poder asegurar este fin (y no depender de la temperatura en la que se trabaje) se utilizan las termobatidoras que baten y calientan a la vez toda la entrada de miel proveniente de la salida del extractor y a su vez de los opérculos que caen del corte de la desoperculadora.
Esta termobatidora es necesariamente un paso previo a la centrífuga, que además de homogeneizar y calentar toda miel procedente del extractor y el opérculo que es recogido del desellado de los cuadros, también tiene la función de acumulador. Permite aguantar este conjunto de miel y opérculo, y ganar el tiempo de recreo necesario mientras se procede a retirar, limpiar y poner de nuevo las jaulas de «quesitos» de las centrífugas de carga y descarga.
Para las centrífugas de autodescarga es preferible utilizar Intercambiadoras de calor, en lugar de termobatidores. El principal motivo es que estas centrífugas requieren de un trabajo y alimentación en continuo. Las termobatidoras no permiten el trabajo en continuo, puesto que acumulan, y, por tanto, no son idóneas para trabajar correctamente con las centrífugas de autodescarga.
¿Qué son exactamente las intercambiadoras de calor y como funcionan? Es una máquina tubular que embute el producto (miel y opérculo) con unas paletas dentro de unos tubos interiores (comúnmente de 40 mm) que están a una temperatura fija y le pasa así constantemente a la centrífuga el producto ya homogeneizado y calentado (por agua). El flujo de miel/agua es regulable por lo que siempre está alimentado de miel y cera caliente a la centrífuga de manera continua.
La aportación de calor con esta máquina es mucho más exacta que con la termobatidora, y esto también es un aspecto importante pues las centrífugas de autodescarga no generan tanta fuerza G como la de carga/descarga, entonces requieren que el producto deba entrarle más homogéneamente calefactado de tal manera que pueda garantizar así una correcta separación de la miel y de la cera.
Resumiendo, lo ideal para este tipo de centrífugas de autodescarga es alimentarlas vía intercambiadora de calor, y para las de centrífugas de carga/descarga vía termobatidora.
Por último otro aspecto importante a tener en cuenta cuando se opta por equipar la línea con centrífuga de opérculos es que se va a necesitar una bomba helicoidal (también conocidas como bombas de rotor excéntrico), pues el trasiego de cera y miel no se puede realizar con una bomba de trasiego de miel convencional (de levas o de paletas) pues no tienen la fuerza necesaria para mover el opérculo melado.
Estas bombas están formadas, por una parte, el rotor, un tornillo en rotación; por otra parte, el estátor, un cilindro en el que está alojado el rotor:
Opción alternativa: Prensa de opérculos
Las prensas funcionan mediante un tornillo sin fin y un cilindro perforado impulsado por un motor con variador de frecuencia y control de velocidad, que permite separar la cera de miel sin necesidad de temperatura.
Son una alternativa a las centrífugas de opérculos y a las fundidoras de opérculo.
Además, por su reducida altura y tamaño, se integran muy bien con las desoperculadoras verticales, ya que por su tamaño acoplan perfectamente debajo de estas y recogen la caída del opérculo sin necesidad de utilizar bombas de trasiego para alimentar al sinfín.
Según el testimonio de muchos apicultores que trabajan con ella destacan como desventaja que la miel resultante del prensado del opérculo suele tener un gusto más ácido del habitual (por la cera de abeja, alguna larva que se haya podido colar, etc.). En la centrífuga o la fundidora no ocurre.
Otro aspecto a tener en cuenta es que hay que estar muy pendiente de que el opérculo no se atasque o de que pase correctamente por el sinfín y que no se produzca el vacío en el embudo de carga de la prensa.
Extractor horizontal
La ventaja de este tipo de extractores es que además de permitir más capacidad, facilitan mucho la carga de los cuadros en el interior del bombo. Todas las líneas incorporan unas jaulas rectangulares en acero inoxidable, donde se almacenan horizontalmente los cuadros según salen de la desoperculadora. Estas jaulas, llenas de cuadros, corren por las guías hasta el interior del extractor horizontal optimizando la carga y descarga de los mismos, respecto a los extractores convencionales.
En las líneas de extracción siempre se utilizan este tipo de extractores.
Planos y distribución final
Las líneas de extracción en caliente
Configuraciones de las líneas en caliente:
Desoperculadoras verticales
Son las más utilizadas en Europa. Hay de dos tipos, las de cuchillas vibrantes y las de cuchilla en V, o tipo Delta.
Los cuadros entran por la parte superior, y al pasar por las cuchillas calefactadas (por vapor o mediante resistencia) quedan desoperculados y listos para pasar por el extractor.
Estas desoperculadoras realizan un corte más limpio, pero utilizan temperatura. Aunque esto no supone un mayor problema pues la subida del HMF es relevante si se da la conjunción temperatura + tiempo, que en este caso es muy poco.
Temperatura de almacenamiento | Tiempo de almacenamiento para alcanzar 40 mg HMF/kg |
10 °C | 10 – 20 años |
20 °C | 2 – 4 años |
30 °C | 0,5 – 1 año |
40 °C | 1 – 2 meses |
50 °C | 5 – 10 días |
60 °C | 1 – 2 días |
70 °C | 6 – 20 horas |
Un aspecto práctico que debemos tener en cuenta es que los primeros usos de la desoperculadora vertical suelen ser problemáticos, pues en la mayoría de explotaciones se cuentan con cuadros con desperfectos (con algún clavo que sobresale, con la pestaña rota, etc.) y esto hace que a su paso por la desoperculadora se atasquen. Una vez se ha podido hacer una selección y descarte de los cuadros «problemáticos», ya no suele generar ningún tipo de incidencia. Por eso decimos que el primer año es el más complicado, pues hasta que no se hace esta criba no funciona fluidamente.
Fundidoras de opérculos
Las fundidoras de opérculos son una opción más económica que las prensas y las centrífugas, y también muy efectiva para separar la miel de la cera. Funcionan derritiendo los opérculos cuando caen en la rejilla donde el agua circula a 80 °C, separando la cera fundida de la miel.
Gracias a su reducido tamaño se integran muy bien tanto con las desoperculadoras verticales como las horizontales pudiéndose colocar justo debajo de ellas aprovechando la caída por gravedad del opérculo que va cayendo una vez se van desoperculando los cuadros evitando así el uso de bombas.
Tiene la ventaja de que al fundir el opérculo vierte ya directamente la cera líquida que se convierte en panes. La prensa o la centrífuga, nos devuelven el opérculo seco (con un % bajísimo de miel), pero se deberán procesar a posteriori para hacer panes de cera no ocurre.
Como único inconveniente es que requiere de una mayor atención y control, pues trabaja a altas temperaturas y debe trabajar en continuo sin pausas para evitar sobrecalentar la miel.
El hecho de trabajar con temperatura sostenida hace que suba algún punto el HMF de la miel que ha separado del opérculo, ya es posible que haya sido sobrecalentada.
Esta miel resultante se puede tratar por separado del resto de miel, y considerarse como miel industrial, o bien, ser homogeneizada en conjunto con la miel del extractor, y de esta manera se equilibraría esa diferencia de HMF que pudiera haber.
Opción alternativa: Prensas de opérculos o centrífugas de opérculos
Gracias a la altura que tienen las desoperculadoras verticales, podemos colocar fácilmente una fundidora de opérculos, o bien una prensa de opérculos, justo debajo, y trabajar en continuo recogiendo según cae todo el opérculo melado, evitando de esta manera utilizar una bomba para el trasiego.
Si no se opta por la fundidora, ni por la prensa, existe la posibilidad de utilizar la centrífuga de opérculos, pero como hemos comentado anteriormente incorporando una termobatidora o intercambiadora como paso previo según el modelo de centrífuga.
Vídeo de ejemplo línea con desoperculadora vertical + centrífuga:
Uno de los puntos interesantes que tiene esta línea es la pinza para cargar las alzas que evita el trabajo pesado que supone hacerlo a mano. La tensión acumulada en los dorsales y lumbares cuando se hace a mano es considerable.
Extractor horizontal
Similarmente a las líneas de extracción en frío, los extractores de tipo horizontal son comúnmente empleados. Al momento de comprar extractor de miel, es crucial seleccionar la capacidad adecuada que sea coherente con el volumen de colmenas y cuadros que estemos en disposición de manejar. Una mayor capacidad no siempre implica un mejor rendimiento; lo más idóneo es optar por un equipo que se ajuste perfectamente a nuestras necesidades y tamaño de operación.
Planos y diferentes posibilidades
Líneas de extracción portátiles
Otra opción son las líneas de extracción movibles. Se montan sobre un remolque y permiten la extracción en el mismo apiario.
Este tipo de líneas son muy comunes en las explotaciones con colmenas horizontales, como las Layens. Al no tener alzas, genera incomodidades a la hora de extraer la miel porque: si no se extrae directamente en el campo, hace falta tener un buen número de colmenas vacías para poder trasladar los cuadros al obrador.
También es una opción cuando se hace trashumancia a grandes distancias.
ISNI 0000 0005 1801 1100 | Joshua Ivars es gerente de LA TIENDA DEL APICULTOR y autor del blog, donde comparte contenido técnico y práctico para apicultores. Con amplia experiencia en el sector apícola, se dedica a ofrecer consejos y soluciones basadas en las necesidades reales del apicultor, aportando su conocimiento en productos y prácticas esenciales para la apicultura.
Realmente es impresionante como se ha llegado a este nivel de eficiencia, esto motiva enormemente a nuevos apicultores a ingresar a la producción de miel a escala comercial, también implica un enorme esfuerzo económico en la inversión y el dominio del manejo de las abejas. Quede gratamente impresionado y con ganas de iniciar una producción comercial.
Estimado me intersa instalar equipos de extraccion lineal.
automatizado.
me gustaria ver de que capacidades y modelos ideal
Hola buen día podrás pasarme información y precios de las maquinas centrifugadoras de opérculos, somos de argentina y acá usamos otros modelos de máquinas y estamos pensando en otras alternativas.