El agua y las abejas: la importancia del agua en su día a día

¿Por qué es necesaria el agua?

Necesidades de Agua y Regulación de la Humedad

Las colmenas tienen necesidades cambiantes de agua, que dependen de la humedad relativa del ambiente y de la tasa de pérdida de humedad de los insectos. Esta pérdida puede ocurrir a través de la cutícula, el sistema excretor o el sistema respiratorio. La demanda de agua se vuelve especialmente crítica durante los meses de altas temperaturas, cuando una colmena puede consumir muchos mililitros de agua al día. Estimaciones empíricas sugieren que una colmena necesita aproximadamente 1 litro de agua por semana durante el verano (Pajuelo Consultores).

La cría en las colmenas requiere un mantenimiento preciso de la temperatura y la humedad, manteniendo alrededor de 34 °C y un 60% de humedad. En el pico del verano, cuando las temperaturas exteriores se elevan, es crucial asegurar una regulación térmica, ya que la temperatura interior puede superar los 35 °C.

Funciones del Agua en las Colmenas

Las abejas regulan la temperatura interior evaporando agua dentro de la cámara de cría, un proceso que realizan colocando gotas de agua en la parte superior de las celdillas. La evaporación produce un efecto refrescante, similar al efecto botijo, que también refresca los panales de cera, evitando que se reblandezcan y caigan o se unan entre sí debido al calor excesivo.

El acarreo de agua en la salida del invierno anuncia un aumento en la cría. Las abejas adultas y larvas requieren grandes cantidades de agua, utilizada en la alimentación larval, especialmente en la fabricación de jalea real, en el pan de abeja, y para diluir la miel. Las nodrizas tienen una necesidad particularmente alta de agua, ya que la jalea real que producen para las larvas es en un 67% agua (Bogdanof 2016).

El agua es vital para el desarrollo adecuado de las larvas y para el mantenimiento de la temperatura y humedad dentro de las colmenas. Durante el verano, la ausencia de agua cercana puede detener la cría en los colmenares. Por ello, es crucial proporcionar un suministro de agua accesible para las abejas, ya que deben tomarla con frecuencia para mantener las funciones vitales de la colmena.

Fuentes de agua

Recolección de Agua por las Abejas

Las abejas obtienen agua principalmente a través del néctar, pero también realizan viajes especiales de recolección para obtenerla de diversas fuentes como gotas de rocío en las plantas, encharcamientos y otras fuentes cercanas a la colmena.

Suministro Controlado de Agua

Para evitar que las abejas busquen agua en lugares inapropiados como bebederos de animales en granjas vecinas, aguas residuales o piscinas residenciales, es aconsejable ofrecer una fuente controlada de agua en el mismo asentamiento, y preferentemente a la sombra. Al agua se le puede añadir una pequeña cantidad de sal para hacerla más atractiva para las abejas y ayudar a conservarla; una cucharada de café rasa por litro es la cantidad sugerida, resultando en una salinidad del 0,15 al 0,3% (Huang 2018).

Estrategias de Abastecimiento

Idealmente, debería haber una fuente de agua fresca cerca de las colmenas. Si el apiario no dispone de una fuente de agua cercana, el apicultor debe proveerla. Se puede colocar un suministro permanente de agua a unos pocos cientos de metros de las colmenas, pero no más lejos. La importancia reside en que el agua no sea profunda para evitar que las abejas se ahoguen, y que esté bajo sombra y cubierta para prevenir la contaminación con excrementos de abejas que puedan portar enfermedades como la nosemiasis. Hay evidencias que sugieren que la contaminación con nosema puede intensificarse en fuentes de agua estancada, como lugares de drenaje deficiente cerca del apiario.

Opciones de Bebederos

Existen distintas opciones de bebederos adecuados que pueden encontrarse en tiendas especializadas como latiendadelapicultor.com. Para asegurar que las abejas puedan hidratarse de manera segura y efectiva, es útil incluir elementos que impidan que se ahoguen mientras beben. Esto se puede lograr colocando lentejas de agua en la superficie, utilizando otras plantas acuáticas, perlita, o un depósito con una boya que libere pequeñas cantidades de agua en la superficie de bebida. Estas medidas constituyen una estrategia eficiente para garantizar el acceso constante y seguro a una fuente de agua vital para el bienestar de las colmenas.

¿Quién y como recolectan el agua?

A finales de invierno y después de la sequía del verano las obreras especializadas, las aguadoras (pecoreadoras), frecuentan los lugares húmedos.

A menudo, las vemos por la mañana, aspirar las gotas de rocío con la trompa o recoger agua del borde de los charcos o de los riachuelos. Las aguadoras recogen gotas de agua que colocan en la parte superior de las celdillas para que al evaporarse proporcionen la humedad necesaria al pollo, que de otro modo moriría por deshidratación.

El agua no es almacenada en la colmena.

El agua suministrada debe estar limpia. Aunque generalmente no buscan con preferencia aguas puras. Por el contrario, sienten inclinación por los charcos, los urinarios y los purines, que les proporcionan materias nitrogenadas junto con el agua.

Los posibles problemas que puede generar la falta de agua

Las abejas que no encuentren una fuente de agua cercana pueden volar largas distancias para conseguirla, pero será a costa de consumo de miel. Pensando en la producción, se trata de un aporte estratégico, pero que además es obligatorio atendiendo a las leyes de bienestar animal, ya que existen sanciones a las que se puede exponer el apicultor, si una inspección del SEPRONA (Guardia Civil) denunciara una falta contra la mencionada ley de bienestar animal.

También podemos ocasionar molestias si tenemos hogares vecinos, pues es común que recurran al agua de las piscinas cercanas y motive quejas contra el apicultor. O incluso si hay algún ganadero es posible que las abejas vayan a los bebederos del ganado pudiendo generar problemas con los animales (vacas, caballos, etc.) por no acercase al abrevadero debido al temor a ser picados y por consiguiente con el paso de los días acaben muriendo de sed.

El agua y el transporte

Debemos tener también en cuenta que la considerable subida térmica que se observa después del enclaustramiento parece provenir de la agitación de las pecoreadoras, agitación que estaría en relación directa con la necesidad de agua.

Esta imperiosa necesidad de agua puede ser la explicación de ciertas asfixias inexplicables durante el transporte de colmenas cerradas.

Y es por lo que, en caso de avería prolongada, durante una trashumancia, el riego de las colmenas puede evitar la muerte de las colonias.

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