Apicultura en verano: [Guía] ¿Qué debe hacer el apicultor en verano?

Apicultura en verano: [Guía] ¿Qué debe hacer el apicultor en verano? - INICIACIÓN APICULTURA

El verano ha llegado, así que mientras te pones las gafas de sol y te aseguras de mantenerte hidratado, es esencial que también prestes atención a tus colmenas.

En nuestra región mediterránea, el verano se presenta con altas temperaturas y una sequía palpable. Esta combinación amenaza con reducir la floración disponible, haciéndolo un momento crucial para evaluar el bienestar de nuestras colmenas, sus reservas y considerar suplementos nutricionales si es necesario.

Evaluación Integral de las Colmenas:

La primavera puede haber sido beneficiosa para algunas colmenas y no tanto para otras. Es esencial que inspecciones cada colmena individualmente, basándote en:

  • Número de abejas y crías presentes
  • Estado nutricional de las abejas (bien alimentadas o desnutridas)
  • Calidad de la puesta de la reina (cantidad de huevos)
  • Supervivencia alta o baja de la cría operculada
  • Presencia de jalea real en abundancia o escasez alrededor de las larvas
  • Edad de la reina (ver imágenes 6 y 7 en la publicación sobre prioridades de primavera)
  • Nivel de infestación de varroa

Tras la evaluación y basándose en estos criterios, se pueden clasificar las colmenas en tres categorías y determinar las acciones correspondientes:

  • En Buenas Condiciones: No requiere intervención alguna.
  • En Condiciones Medias: Puede requerir medidas como alimentación, refuerzo de la población de abejas (posiblemente fusionando colonias), cambio de reina (si la población es robusta y suficiente), entre otros.
  • No Viable: Situaciones donde la reina no es eficaz y hay una baja población de abejas, posiblemente con presencia de zánganos, requieren una consideración especial.

Estrategias para Actuar con las Colmenas en Verano

La gestión de las colmenas durante el verano se ajustará según los objetivos y proyectos específicos planeados para esos meses en la explotación apícola.

Trashumancia a floraciones de verano

Mover colmenas puede suponer un gasto, pero es crucial para mantenerlas en condiciones óptimas. Asegúrate de investigar y planificar la trashumancia basándote en experiencias previas y condiciones climáticas actuales.

La reubicación de las colmenas implicará un gasto significativo en la explotación, lo cual exige optimizar este proceso al máximo. Sin embargo, el clima juega un papel crucial en determinar las condiciones alrededor de las colmenas. En España, el 80% de las colmenas se trasladan a áreas con suficientes floraciones para mejorar la nutrición de las colonias.

La experiencia de producción en asentamientos en años anteriores, ya sea propia o de otros apicultores, servirá como guía para planificar las rutas de trashumancia más apropiadas.

La monitorización de las condiciones meteorológicas (a través de la Agencia Estatal de Meteorología), la colaboración con informadores locales y las visitas in situ para inspeccionar los campos, contribuirán a tomar una decisión final bien fundamentada.

La preparación cuidadosa de los nuevos asentamientos y la eliminación de la vegetación superflua facilitarán las operaciones en el colmenar y minimizarán los riesgos de incendios, lamentablemente comunes en la temporada de verano.

Dado que la trashumancia es un proceso costoso, es esencial seleccionar las colmenas más prometedoras en cuanto a su estado de salud y vigor. Esto incluye colmenas con suficiente población para garantizar buenas cosechas, núcleos en crecimiento con potencial para madurar en colmenas completas, o aquellas que necesiten floración específica para recuperarse y florecer en el futuro.

La evaluación del número de colmenas que el nuevo asentamiento puede sostener de acuerdo con el objetivo (ya sea cosechar o alimentar) es otro aspecto vital. Si la floración es escasa, el número de colmenas debe ser reducido, no más de 30 o 40, asegurando así que en su radio de acción de 1 a 1.5 km, encuentren suficiente floración.

Abastecimiento de agua

Durante el verano, el agua no solo mantiene a las abejas hidratadas, sino que también regula la temperatura y humedad dentro de la colmena, esencial para la cría de larvas.

El agua es esencial en las colmenas, manteniendo la humedad necesaria para el desarrollo de las larvas y ayudando a regular la temperatura. Las nodrizas, que producen jalea real compuesta en un 67% de agua, requieren especialmente de este recurso. Durante el verano, se debe proporcionar un punto de agua cercano, aproximadamente 1 litro por semana por colmena, para evitar que la cría se detenga. Suministrarla a la sombra con una pequeña cantidad de sal y utilizando dispositivos que eviten que las abejas se ahoguen, como piedras flotantes, lentejas de agua o un depósito con boya, garantizará una disposición segura y accesible. En resumen, una gestión cuidadosa del agua es vital para la salud y productividad de la colmena.

Protección contra el calor extremo

Se deben tomar medidas preventivas para evitar que los panales se derritan debido a altas temperaturas, como ubicar las colmenas en áreas sombreadas y pintarlas de colores claros.

La cera de las abejas se vuelve moldeable a 40 °C (Hepburn 1983), una temperatura que no es infrecuente en muchas regiones de la Península, y que puede superarse durante varios días en ciertos años. Esta situación es especialmente crítica para los panales de cera nueva estirados en primavera, que aún no hayan albergado cría y son más susceptibles a los cambios de temperatura. Si estos panales están cargados de miel, pueden derrumbarse, vertiendo la miel y, en casos extremos, llegando a obstruir la piquera, lo que podría provocar la asfixia de la colmena. Los panales que han tenido cría o los más viejos suelen resistir mejor este problema.

En regiones particularmente propensas a altas temperaturas, como el sur de la Península, o en zonas afectadas por vientos cálidos frecuentes, es vital tomar medidas preventivas para evitar los golpes de calor. Algunas de las estrategias recomendadas incluyen:

  • Ubicación Estratégica de las Colmenas: Situar las colmenas en áreas con sombra limitada y resguardo de la insolación directa puede ayudar a mantener una temperatura estable.
  • Uso de Colores Claros: Pintar las colmenas con colores claros ayuda a reflejar la luz solar, contribuyendo a reducir la acumulación de calor.
  • Encalado de los Techos: Una precaución adicional importante es encalar los techos de las colmenas antes de la llegada del calor. Esta medida aumenta la reflectividad y ayuda a mantener la temperatura interna en niveles adecuados.

En resumen, una gestión cuidadosa y considerada de las colmenas, teniendo en cuenta la ubicación, el color y el tratamiento de las superficies, puede ser clave para prevenir los golpes de calor y asegurar el bienestar y la productividad de la colmena.

Desbloquear la puesta

Es vital garantizar que la reina tenga suficiente espacio para poner sus huevos, lo que puede requerir reemplazar algunos cuadros llenos por otros vacíos.

Después de la floración primaveral, es posible que la zona de puesta en algunas colmenas quede obstruida debido al almacenamiento de miel y/o polen. Esta situación puede limitar gravemente la disponibilidad de celdillas vacías para la puesta por parte de la reina, lo cual a su vez puede restringir la capacidad de la colmena para renovar y aumentar su población de abejas.

Para evitar este problema, es recomendable llevar a cabo una inspección cuidadosa de la colmena y evaluar si hay cuadros llenos sobrantes que puedan estar bloqueando la zona de puesta. En caso de detectar esta situación, se aconseja retirar algunos de estos cuadros llenos y sustituirlos preferentemente por cera estirada y vacía.

Este manejo proactivo no solo optimiza el espacio disponible para la reina, permitiendo una puesta eficiente, sino que también promueve una gestión saludable de los recursos dentro de la colmena. Asegurarse de que la reina tenga acceso constante a celdillas vacías para la puesta es un aspecto fundamental en la administración de la colmena, ya que facilita la renovación constante de la población de abejas y contribuye al vigor y a la productividad de la colmena en su conjunto.

¿Necesidad de suplementos nutricionales?

Considera proporcionar suplementos, especialmente si las colmenas no tienen suficientes reservas de miel o si están situadas en áreas con floraciones nutritivamente pobres.

No todas las colmenas tienen la misma eficacia en la recolección, ni todas las floraciones proporcionan una nutrición completa a las abejas. En España, las floraciones de verano obtenidas de los cultivos de girasol y lavanda suelen ser insuficientes, a menos que haya habido lluvias en la zona que propicien la disponibilidad de otras floraciones marginales. Por ello, al acudir a estas floraciones, es vital asegurarse de que las colmenas tengan suficiente polen almacenado, o de lo contrario, complementarlas con una porción adecuada de suplemento proteico.

En el centro de la península, durante el verano, las abejas solo pueden recolectar unos pocos tipos de polen (3-4 en Huesca y Teruel), que suelen presentar una baja presencia y valor nutritivo. Sin embargo, en primavera, y con las posibles lluvias de septiembre, las opciones aumentan significativamente (13-14 en Huesca y Teruel, según Pajuelo 2018).

Una nutrición proteica adecuada, tanto en cantidad como en calidad, fortalece la resistencia de las abejas a sustancias tóxicas (Barascou, 2021). Además, es importante considerar las reservas de miel de las colmenas. Si estas no son suficientes y no se planea trasladar las abejas a una floración más favorable, será necesario complementar la alimentación con carbohidratos (azúcares). En este caso, es preferible utilizar una pasta en lugar de un jarabe líquido, especialmente durante esta época.

En resumen, la gestión cuidadosa de la nutrición de las abejas, teniendo en cuenta las características particulares de las floraciones y las necesidades específicas de las colmenas, es fundamental para mantener una salud óptima y la eficacia en la recolección. La atención a los detalles, como la elección de los suplementos adecuados y el monitoreo de las reservas de miel y polen, puede marcar una gran diferencia en el éxito general de la apicultura.

Riesgo de Polilla y Conservación de la Cera

Las polillas de la cera pueden destruir los panales, especialmente en altas temperaturas y cuando contienen polen o residuos de cría.

La conservación de los panales de cera estirada es fundamental en cualquier explotación apícola, ya que representan un recurso valioso. Sin embargo, estos panales son susceptibles a la destrucción por las polillas de la cera (especies Galleria y Anchroia), particularmente en condiciones de altas temperaturas. Es importante entender que las polillas no se alimentan principalmente de la cera, sino de lo que contiene, como el polen y los capullos ricos en proteínas que dejan las crías pegados a la pared.

Por lo tanto, para minimizar este riesgo, es vital mantener en las colmenas solo los panales que las abejas puedan gestionar. Cualquier excedente de panales estirados que contengan alimento susceptible a las polillas debe ser retirado y protegido cuidadosamente. Esto se puede lograr almacenándolos a una temperatura inferior a 12 °C o colocándolos en un recipiente hermético (como un bidón o cámara) en el que se pueda quemar azufre, tomando siempre las debidas precauciones de seguridad.

Además, puede ser conveniente repetir el proceso de quema de azufre a los 15 días. Esta medida adicional asegura que los huevos que pudieran haber sobrevivido al tratamiento inicial sean eliminados una vez que hayan eclosionado y las larvas sean todavía pequeñas. De esta manera, se puede lograr una conservación eficaz de la cera, salvaguardando uno de los activos más importantes en la apicultura y evitando pérdidas innecesarias.

Control Riguroso de Varroa:

El aumento de la población de varroa en combinación con la disminución de la cría puede llevar a infestaciones significativas. Es esencial revisar y, si es necesario, tratar las colmenas para garantizar su salud y longevidad.

Durante el verano, las colmenas requieren consideraciones especiales en cuanto al manejo de la infestación de Varroa. La población de estos ácaros puede haber aumentado desde el tratamiento primaveral, mientras que la cría puede haber disminuido desde la explosión de esa temporada. La confluencia de estas dos fuerzas puede resultar en una infestación de Varroa extraordinariamente alta sobre la cría en verano.

En primavera, la relación entre Varroa en abejas adultas y cría operculada podría haber sido de 1 a 3, una carga tolerable para la colmena. Sin embargo, en verano, esta relación puede aumentar hasta 10 a 1, llevando a problemas de mala nutrición, virus, nosema y otras enfermedades. Si no se detecta y se actúa a tiempo, esto puede conducir al colapso de la colmena.

Por lo tanto, es fundamental verificar el nivel de Varroa en las colmenas a principios de verano, coincidiendo con la última cosecha de primavera. Si se detecta un riesgo, es esencial tratarlo rápidamente. Durante esta época, se recomienda monitorizar la Varroa en la cría en lugar de en la abeja adulta. En caso de peligro, es conveniente realizar un tratamiento inmediato con oxálico para eliminar la Varroa forética y, si la explotación no es ecológica, utilizar medicamento en tiras a base de amitraz para un control más prolongado.

La elección del producto de tratamiento requiere una revisión cuidadosa de su ficha técnica para conocer las restricciones de temperatura y el período de espera. Además, durante el verano, es crucial tener en cuenta las condiciones de conservación de los medicamentos, tanto en el almacén como en el vehículo de trabajo. Los días calurosos pueden llevar a temperaturas muy altas (> 50 °C) durante varias horas, lo cual puede afectar la eficacia del producto.

Finalmente, aunque en ocasiones sea necesario trasladar las colmenas a zonas melíferas con alta concentración de colmenas, es importante evaluar el riesgo de reinfestaciones que esto puede conllevar. El manejo cuidadoso y la vigilancia constante son clave para mantener la salud de la colmena y prevenir la pérdida devastadora que puede resultar de una infestación de Varroa no controlada en el crítico período del verano.

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ISNI 0000 0005 1801 1100 | Joshua Ivars es gerente de LA TIENDA DEL APICULTOR y autor del blog, donde comparte contenido técnico y práctico para apicultores. Con amplia experiencia en el sector apícola, se dedica a ofrecer consejos y soluciones basadas en las necesidades reales del apicultor, aportando su conocimiento en productos y prácticas esenciales para la apicultura.

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Un comentario

  1. Hola estimados,
    habiendo leido vuestros comentarios relativa al cuidado de colmenas me interesa saber cuales son vuestros indicaciones o recomendaciones imprescindibles cuando tengo que hacer un traslado de una colmena de un sitio a otro ,( varios km. ) . Cuales son los cuidados necesarios.
    Donde encuentro un experto que me asesore .
    Por favor contestar al correo electronico.
    atentamente
    Horst Ludwig

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