

Se mide para ayudar a discriminar el origen botánico de las mieles, y, especialmente, para distinguir entre las mieles florales y las de mielada (mielatos).
Las mieles envasadas para el mercado tienen máximos de humedad comprendidos entre 17,5 y 18,0%, aunque algunas mieles monoflorales admitan valores ligeramente superiores.
El color de las mieles varía naturalmente en una amplia gama que va desde el amarillo muy claro al ámbar muy oscuro, casi negro, con variaciones de tonalidades anaranjadas, rojizas, pardas, verdosas y grises parcialmente. Está relacionado con su origen botánico y tiene, por tanto, mucha importancia en la definición de las mieles monoflorales.
Maletín profesional de apicultura de la marca Hanna.
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